jueves, 6 de agosto de 2009

EL INFIERNO SÍ EXISTE

TÚ Y YO SABEMOS
QUE EL INFIERNO ES REAL




Este es un testimonio de 7 jóvenes que fuero visitados por la persona de Cristo para llevarlos de paseo por las fáuces mismas del horrorizante infierno.

Visitaron diversos lugares que eran horripilantes e hinóspitos y terribles, no actos para ningún tipo de vida.

Eran lugares aterradores que producían pena y asco, miedo y temblor, donde no existe paz ni amor ni tranquilidad para el que está en ese lugar.

Vieron personajes artísticos conocidos anteriormente por todo el mundo sufriendo penas allí y maldiciendo a Dios y a Cristo con grande odio.

También vieron personas del pasado y del presente caídos allí y ser sumergidos por las inclementes ondanadas de fuego, gusanos y tormentos incesantes habidos en aquél indescriptible lugar de penas.

Vieron multitudes ser tragados por inmensos lagos de llamas y cómo perdían parte de sí, de sus rostros, de sus cuerpos, cabellos, ojos y oídos.

Vieron lúgubres imágenes que no inspiraban alegría.

El infierno no se le desea a nadie, ni a tu peor enemigo.

Pero allí caen cada instante miles y cientos de miles de almas sin Dios porque no amaron a Dios ni le obedecieron nunca. Porque nunca aseguraron sus vidas a Dios para cuando llegue el momento de su muerte o partir de este mundo no caer en ese lugar de tormentos.

Vieron personas que deseaban volver al mundo tan sólo por un momento para mitigar aquel interminable tormento.

Vieron que allí, lo más agoviante es la sed interminable en todos los que padecían esas penas allí y que no podían mitigarla.


TODO EL QUE OYE ESTE TESTIMONIO NO TIENE ESCUSAS PARA IR AL INFIERNO SI PARTE DE ESTE MUNDO SIN LA SALVACION DE CRISTO.

El propósito de Cristo es salvar a la mayor cantidad de personas posibles en este mundo, siempre y cuando ellos quieran ser salvos.

Todos tienen el derecho de la salvación porque ya fueron comprados por la sangre de Cristo en la cruz del Calvario. Pero no todos quieren aceptar ese sacrificio como el único bueno y válido y eficaz para ser salvos de aquél infierno eterno.

La sangre de Cristo es la única eficaz para limpiar las culpas de pecado del hombre mismo, sin importar el tipo de pecado cometido ante Dios. Cristo los borra con su sangre haciendo totalmente libre a quien acepta esa remición en su vida.

No esperes caer en el infierno para comprobar que en verdad existe.

Aléjate de las cosas y los caminos que conducen al mismo antes que sea demasiado tarde para pensarlo.

En aquél lugar han caído, incluso siervos de Dios que fueron fieles, pero que olvidaron detalles que cuentan también con la perdición y cayeron allí por esos descuídos aquí en la Tierra.

Esos siervos de Dios caídos son alojados en lugares profundos del infierno y cargados de mayores tormentos que otros, porque el diablo odia más a esos siervos de Dios caídos porque le sirvieron de escarmiento una vez en la Tierra, pero ahora están en sus manos.

Procura alejarte de las cosas que lastiman el amor de Dios para que tú también no caigas en aquél horripilante lugar que jamás perece.